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Vitaminas para el cerebro, esenciales para la conservación

El cerebro es uno de los órganos del cuerpo más complejo que existe ya que regula múltiples funciones orgánicas. Se estima que posee unas 100.000 millones de neuronas con 4.000 billones de conexiones, cuyos procesos aún se encuentran en estudio. Por ello, es importante mantenerlo nutrido con vitaminas para el cerebro, sustancias que le brindan vitalidad. Descubre las más recomendadas a continuación.

Las mejores vitaminas para el cerebro

Desde el cerebro se gestionan una serie de procesos que afectan al cuerpo, por ejemplo, la memoria, el estado de ánimo, la vista y mucho más. Aunque hay vitaminas para cada proceso, la administración de complejos vitamínicos lo mantiene en perfecto funcionamiento. Estas son:

Vitaminas del complejo B

Debido a la diversidad de funciones orgánicas que apoya, se estima que el cerebro consume un 20% de las calorías diarias. Todas las vitaminas del complejo B, tales como la tiamina, riboflavina y el ácido pantoténico intervienen en los procesos metabólicos que convierten los alimentos en energía. Además, la cobalamina o B12 ayuda en la formación de glóbulos rojos que transportan oxígeno al cerebro.

Las vitaminas  B12, B6 y B9 participan en la metabolización de la homocisteína, sustancia que ayuda a producir proteínas, las cuales si hay un elevado nivel, produce toxicidad en el organismo, por lo que sirve como desintoxicante. También, ayudan a la creación de neurotransmisores como la dopamina que brinda sensación de gratificación, felicidad y placer. Las dosis pueden variar según la edad y la condición del individuo.

Vitamina E

La vitamina E se conoce principalmente por ser una vitamina liposoluble, es decir, tiene efecto en las grasas y es un poderoso antioxidante. Al disminuir la cantidad de estrés oxidativo en el cerebro, esta sustancia ayuda a mantener los procesos cognitivos y la plasticidad cerebral. Todo ello se traduce en mayor conservación de las funciones en perfecto estado, incluso en personas mayores.

Es ampliamente recomendada después de una lesión neurológica y su combinación con vitamina C y betacarotenos ayuda a erradicar las toxinas y reducir la inflamación cerebral. Las dosis pueden variar entre las personas con el paso del tiempo y las necesidades que posea.

Vitamina D

Se han encontrado receptores de vitamina D en el cerebro, especialmente en las neuronas y en las células que le sirven de soporte. También, en el tálamo, hipotálamo, sustancia negra e hipocampo. Su función es la de regular la neurotrofina, proteínas que intervienen en la supervivencia y proliferación de las neuronas.

Por tal razón, la suplementación con esta vitamina se relaciona con un menor riesgo de desarrollar Alzheimer, Parkinson, demencia senil, esclerosis múltiple e incluso, esquizofrenia. Su obtención se realiza a partir de la exposición al sol, de alimentos como la leche o pescado y de la administración de entre 600 u 800 UI (unidades internacionales) diarias.

Vitamina C

Estudios recientes relacionan el ácido ascórbico o vitamina C con el funcionamiento cerebral, ya que es un excelente neuromodulador natural del  sistema nervioso. Tiene un papel clave en las células de la retina y de otras células del sistema nervioso, por lo que se ha descubierto su funcionamiento en la transferencia de señales. Gracias a estos resultados, se concluye que sirve de complemento para evitar patologías como los glaucomas, ACV y depresión.

Además, al tener un efecto antioxidante, tiene la capacidad de reducir la inflamación causada por distintas lesiones que tienen consecuencia a nivel cerebral. Su consumo debe ser diario, incorporado tanto en la dieta a base de vegetales, cítricos y otras frutas, así como por medio de suplementación a base de jarabes y cápsulas de entre 65 – 80 mg de vitamina C.

Otros elementos

Para que las vitaminas para el cerebro tengan un efecto deseado, se recomienda mezclarse con otros elementos. Por ejemplo, se puede integrar con omega 3, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) para reducir la inflamación y combatir la depresión.

La vitamina K estimula y protege los procesos cognitivos, el zinc garantiza un rendimiento mental óptimo y el calcio controla la excitabilidad nerviosa. El consumo de las vitaminas y minerales se puede realizar de forma individual o conjunta en pastillas multivitamínicas. Marcas como Supradyn, ARKOPHARMA o Bayer Healthcare, poseen ejemplares ideales para nutrir el cerebro. 

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