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Vitaminas para embarazadas | Las que no pueden faltar durante tu embarazo

La nutrición en el embarazo es un aspecto indispensable a tomar en cuenta cuando se pasa por esta etapa. Aunque la mayoría de los nutrientes provienen de los alimentos, satisfacer las demandas requiere de un gran volumen de comida, lo que es imposible. Para ello, se prescriben las vitaminas para embarazadas, sustancias que intervienen en la formación del bebé y mantención de la madre. Conoce cuáles son las mejores a continuación.

Mejores vitaminas para embarazadas

Las vitaminas para embarazadas se deben empezar a consumir incluso antes de la concepción. Estas no solo ayudan a la madre, sino que intervienen en el desarrollo correcto del bebé, ayudándolo a crecer sano y fuerte. Dentro de las más recomendadas se pueden mencionar:

Ácido fólico

El ácido fólico es una de las vitaminas más importantes para la embarazada. Se trata de un tipo de vitamina B que el organismo emplea para la producción de células nuevas, tales como piel, uñas y huesos. Antes y durante el embarazo es necesaria para la formación del tubo neural del bebé, ayudando a prevenir defectos en el cerebro y de la columna vertebral.

Toda mujer en edad reproductiva debe consumir 400 mcg de ácido fólico diarios, más el que se obtiene de la alimentación a base de hojas verdes, frutas y cereales. Esto se debe a que la mayoría de los embarazos no son planificados y los defectos en el bebé ocurren en las primeras semanas de gestación, cuando la mujer aún no sabe que está embarazada.

Hierro

Aunque el hierro no es una vitamina, si es un mineral indispensable en la gestación. El organismo lo emplea para la formación de hemoglobina que se encuentra en la sangre y la mioglobina que está en los músculos. Además, forma parte de algunas enzimas y proteínas que ayudan en la formación de distintas partes del cuerpo.

Una deficiencia de este mineral causa una enfermedad conocida como anemia y un exceso genera envenenamiento. Se puede obtener de la carne de aves, el pescado, salmón, atún, frutas, semillas, verduras, leguminosas y huevos. Además, se puede suplementar en función de las necesidades de la gestante.

Vitamina D y calcio

Otra de las vitaminas para embarazadas que se prescriben en mujeres en edad reproductiva o en la primera consulta es la vitamina D y el calcio. Ambos elementos trabajan de forma conjunta para formar los huesos del bebé y crear las reservas necesarias para su crecimiento. Al no suplementar, el organismo del feto tomará las cantidades necesarias de la madre, quien experimentará pérdida ósea.

Para lograr los valores de calcio se recomienda consumir acelgas, lácteos y leche de soja, mientras que para la vitamina D, que ayuda en la absorción de calcio, se debe consumir pescado, huevos, leche y tomar sol. La dosis de suplementación y el tiempo dependerá en gran manera del estado de salud de la madre.

Vitamina C

La vitamina C o ácido ascórbico es una de las sustancias que ayuda a la gestante a fortalecer el sistema inmunológico para que de esta manera, batallen contra los virus, bacterias, toxinas, infecciones y microorganismos. Además, estimula la síntesis de hierro y otros nutrientes que ingresan al organismo a través de la alimentación o suplementación.

Para la administración de esta vitamina se debe incrementar el consumo de frutas cítricas, tomates, hierbas y hojas verdes. También, se puede suplementar con cápsulas o jarabes que contenga la cantidad de ácido ascórbico necesaria para que la gestante esté en buen estado.

Otros requerimientos

Existen otros tipos de vitaminas para embarazadas y minerales que, aunque no son tan importantes como para administrarlos de forma individual, complementan la nutrición materna. Dentro de ellos se puede mencionar el Omega 3 o ácidos grasos que favorece el desarrollo del sistema nervioso y evita las complicaciones durante el embarazo como, por ejemplo, un parto pretérmino.

Por otra parte, los multivitamínicos prenatales incluyen dentro de sus dosis cantidades suficientes de vitamina A, E, K y todas las que pertenecen al complejo B. Además, se debe incluir yodo, magnesio, zinc y otros minerales que apoyan el sano desarrollo del bebé y la salud de la madre. La alimentación contribuye en gran manera a que los niveles de vitaminas y minerales se mantengan en perfecto estado. 

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